LA RELACIÓN QUE NO ESPERABAS ENTRE EGOÍSMO Y AUTOESTIMA
El egoísmo, actitud entendida como un enfoque excesivo en las propias necesidades y deseos sin tener en cuenta a los demás, puede estar profundamente relacionado con una falta de autoestima. Aunque a primera vista parece contradictorio—ya que las personas egoístas suelen actuar como si fueran el centro del universo—, este comportamiento puede ser una estrategia defensiva para compensar inseguridades internas. Aquí te explico cómo se conecta el egoísmo con una falta de autoestima:
→ Compensación por inseguridad
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Una persona con baja autoestima puede sentirse internamente vacía o insuficiente. Para llenar ese vacío, podría priorizar sus necesidades sobre las de los demás de forma desproporcionada, buscando validación externa o satisfacción inmediata como un medio de compensación.
Ejemplo: Alguien que siempre busca ser el centro de atención podría estar intentando recibir reconocimiento constante para validar su valor personal.
→ Miedo a no ser suficiente
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La inseguridad lleva a temer que, si no se cuidan primero y exclusivamente sus propias necesidades, no recibirán lo que necesitan para sentirse seguros, amados o valiosos. Este miedo puede generar comportamientos egoístas.
Ejemplo: Una persona que siempre pone sus planes por encima de los de los demás podría estar luchando con la creencia de que si no lo hace, perderá control o respeto.
→ Protección frente a la vulnerabilidad
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La baja autoestima a menudo implica una gran sensibilidad a la crítica o al rechazo. Ser egoísta puede funcionar como una armadura emocional que protege a la persona de enfrentarse a estas situaciones. Así, evita involucrarse profundamente en las necesidades de otros para no exponer sus propias inseguridades.
Ejemplo: Negarse a escuchar los problemas de los demás porque teme ser percibido como débil si no puede resolverlos.
→ Dificultad para reconocer el valor de los demás
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La baja autoestima puede distorsionar cómo una persona percibe las relaciones. Si alguien siente que no es valioso, podría proyectar esa visión hacia los demás, subestimando su importancia. Esto puede resultar en actitudes egoístas porque simplemente no logran ver el impacto que tienen sus acciones en otros.
Ejemplo: Alguien que toma decisiones importantes sin consultar a su pareja puede hacerlo porque no reconoce plenamente la importancia de las necesidades de esa persona.
→ Búsqueda de amor propio mal orientada
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Cuando la autoestima es baja, se puede confundir el egoísmo con amor propio. En realidad, el amor propio sano implica un equilibrio entre cuidarse a sí mismo y respetar a los demás. El egoísmo, en cambio, puede ser un intento desbalanceado y desesperado de satisfacer una necesidad interna de cuidado.
Ejemplo: Gastar dinero en lujos innecesarios sin pensar en las necesidades del hogar puede ser una forma de llenar un vacío emocional temporal.
¿Habías visto el egoísmo de esta forma alguna vez?
Como puedes ver tras estas explicaciones, el egoísmo puede ser un síntoma de algo más profundo, como una lucha con la autoestima. Abordar estas inseguridades desde la raíz, a través de la introspección o el acompañamiento terapéutico, puede transformar el egoísmo en una expresión más equilibrada de amor propio y empatía hacia los demás. Si necesitas ese acompañamiento terapéutico, ya sea porque te sientes identificad@ con este post, o bien porque te consideras «víctima» de comportamientos egoístas por parte de alguien cercano, haz click aquí, contacta conmigo y te explico cómo puedo ayudarte.