CUANDO LA ESPERA SE CONVIERTE EN JAULA: CÓMO LIBERARTE de ella

Hay un estado al que creo que muchos de nosotros nos acostumbramos sin darnos cuenta: vivir pendientes de algo — una aprobación, un cambio externo, una acción por parte de un tercero, un “cuando … entonces …”, una señal que diga “ya es el momento”. Todo lo demás parece quedar en suspenso. Esa pausa sutil puede convertirse en jaula y hoy quiero que lo observemos juntos.

Primero, ¿Qué es ese “estado pendiente”?

Ese “cuando”, ese “antes de que…”, ese “si me dieran el permiso/si ocurriera esto/si me sintiera preparado/a…”. Es lo que yo llamo el **umbral de la espera **: estamos ahí, “a punto de”, pero no terminamos de arrancar. Dependemos de que ocurra algo externo a nosotros; puede ser en el trabajo, en la vida personal, en los vínculos, incluso en la salud emocional.

Y ojo: en muchos casos, no es más que un autoengaño o una manera de no accionar lo que nos corresponde de verdad, porque en la mayoría de casos, no se necesita que pase algo externo realmente. Muchas veces lo que sostiene ese estado es una voz interna que dice: “No estoy listo/a”, “Tengo que arreglar esto primero”, “Cuando sea otro momento”, “Cuando esta persona haga tal cosa”.

Segundo, ¿Por qué esperar puede volverse una trampa?

  • Porque mientras esperamos, el presente se debilita: dejamos de vivir lo que sí podemos, a la espera de lo que aún no ocurre.

  • Porque nos refugiamos en la queja (“Si tuviera…, entonces sería feliz”), lo cual nos da una falsa sensación de control.

  • Porque alimentamos creencias limitantes tipo: “No es mi momento”, “No lo merezco”, “Tengo que esperar”.

  • Porque olvidamos que el crecimiento personal no es sólo reacción al evento externo, sino acción interna.

Tercero, ¿Cómo sabes que estás en ese “estado pendiente”? Algunos signos:

  • Sientes que “más tarde” vas a arrancar, pero no lo haces.

  • Estás siempre “preparándote” (más cursos, más información, más “cuando”).

  • Postergas decisiones porque “no es el momento ideal”.

  • Vives con la sensación de que alguien o algo fuera te va a liberar.

  • Te cuesta conectar con el “ahora” porque el foco está en un “después”.

Cuarto y fundamental ¿Y cómo te liberas? Tres claves para empezar a hacer el clic.

  • Reconoce y nómbralo: admite que estás esperando más de lo que actúas. Es un paso de conciencia.

  • Acción mínima hoy: no esperes a que todo esté perfecto. Haz algo, aunque sea pequeño: una conversación pendiente, un hábito simple, poner un límite. Esa acción activa el sistema, rompe la inercia.

  • Reordena tu narrativa interna: cambia “cuando … entonces” por “ahora puedo …”. Ejemplo: “Cuando tenga más tiempo, empezaré a cuidarme” → “Hoy dedico 10 minutos a mí”. Esa frase rompe la jaula.

 

El programa de vida que te propongo en Cambia el Chip está exactamente para esto: salir del “estado pendiente”, recuperar el mando de tu mente, tus emociones, tus decisiones. Vivir lo que sí puedes hoy, desde la acción y la coherencia.

Si estás ahí, esperando a que algo externo lo cambie… te invito a soltar. Soy la primera que ha experimentado todo esto que te cuento, y soltar puede doler, pero más dolerá mantenerse en espera, te lo aseguro.  Haz el pequeño paso. Haz que el “ahora” cuente. Tú ya eres el proyecto más importante que tienes.

¡Y si necesitas acompañamiento para arrancar de verdad, sabes que estoy aquí! Acciona ya y deja de postergar en vano.



Aryán Puerta